Digamos las cosas como son: hay Currículums que son imposibles de leer, mal escritos, o creados sin tener en cuenta el puesto al que estamos apuntando (ver “Qué es mejor? Un sólo CV o varios?”).
No digo esto para burlarme de la gente. Lo digo para señalar un gran problema.
Hay algunas ideas convencionales que millones de personas han adoptado en lo que respecta al formato apropiado de un Currículum Vitae, que son absolutamente ridículas.
Uno de los mayores errores que la gente comete es la forma de pensar acerca de este tema. Ellos no son conscientes que, antes que un CV sea leído por un ser humano, pasa por un ATS (Applicant Tracking System o Sistema de seguimiento de candidatos), algo que muchas corporaciones utilizan para “filtrar” y clasificar la enorme cantidad de CVs que reciben. Cada portal de ofertas de trabajo en línea utiliza un A.T.S. para clasificar, archivar y presentar los solicitantes de trabajo más calificados a los posibles empleadores.
Mediante la adición de un montón de información innecesaria a tu curriculum vitae, y dejando fuera las cosas que importa, has perdido el juego antes de comenzar la partida.
- TÍTULO UNIVERSITARIO:
Entiendo que puedes ser graduado Summa Cum Laude con un GPA de 4.0 en bla, bla, bla. Aquí está el problema: al empleador (generalmente) no le importa. Te levantarán una ceja y te dirán que has hecho un buen trabajo, pero en una escala de 100 puntos, el título universitario te hará ganar 25 puntos en el mejor de los casos. Los 75 puntos restantes se basan en tu experiencia laboral.
La única excepción es si eres un genio extraordinario, talentoso, y la empresa en la que deseas trabajar busca esas características. Un buen ejemplo de esto es Google. Tengo varios colegas que han trabajado o aún trabajan en grandes empresas de tecnología, incluyendo Google, que me han dicho que, a menos que tengas un título de Harvard o del MIT (me refiero con esto al prestigio de la institución que otorga rl título), ellos ni siquiera lo tienen en cuenta.
Lo que hay que tener en cuenta es que el 98% de las personas no son genios extraordinarios, talentosos, incluyéndome. Yo no tengo un título de Harvard, y es poco probable que muchos lo tengan. Por lo tanto, no sobrevalores tu título universitario, porque tu empleador no lo hará. De hecho, darle mucha importancia, en algunos casos, puede dar la impresión que intentas “comprar” el puesto, porque ya has pagado una educación costosa, y sabes cómo leer libros y rendir bien los exámenes, todo lo cual es inaplicable en un trabajo.
Retira el exceso de desorden. Simplemente indicando el nombre de la universidad y el campo de estudio es suficiente. - OBJETIVOS:
Habría que eliminar este párrafo completo. En la mayoría de los casos, los empleados llenan este párrafo con cinco frases hechas, irrelevantes, que suenan a delirios de grandeza. A nadie le importa o cree que vas a “cambiar la forma en que se comercializan las cosas”, o que vas a “liderar una nueva tendencia en medios de comunicación móviles.” No eres Steve Jobs. No transformes a tu curriculum vitae en un discurso obsesivo. Ahora bien, podés modificarlo colocando aquí objetivos alcanzables: aquellos en los que agregues valor a la compañía a la cual postulas, y que te beneficien en tu crecimiento profesional, por ejemplo. - INTERESES:
Este es un gran NO. A tu potencial futuro jefe no le importa que te gustan los gatos o que disfrutes de la lectura de un buen libro en la tienda de café local. Asimismo, no se preocupan por tus largos paseos románticos en la playa con tu pareja. Deja cualquier tema personal e intereses fuera de tu curriculum vitae. Podría demostrar que eres demasiado emocional y confunso acerca de los límites del profesionalismo.
Como siempre, esta es una apreciación personal. La decisión final siempre es de cada uno.
Éxitos!
Renzo Montuori