Amigos:
Hace unas horas, estuve en el Honorable Consejo Deliberante de Vicente López en una Jornada sobre Software Libre, con la prescencia de Richard Stallman, fundador de la Free Software Foundation, y co-creador del GNU/Linux.
Realmente esta charla fue más que interesante, teniendo en cuenta los temas planteados, los cuales voy a comentar a continuación. Y vale esta aclaración: cuando hablemos de software libre, no necesariamente estamos hablando de software gratuito…
Las computadoras intervienen en cada vez más aspectos de nuestra vida cotidiana. Son tan comunes que se han vuelto invisibles: casi nadie reconoce como computadoras a los teléfonos, cajeros automáticos, balanzas, ascensores, televisores…
Las computadoras controlan nuestras comunicaciones públicas y privadas y el almacenamiento de los datos que conforman nuestra memoria social. Éstas, a su vez, obedecen ciegamente a sus programas. Son éstos los que permiten o impiden el establecimiento de una comunicación, el almacenamiento o la recuperación de información.
Sin ninguna exageración, los programas son los que determinan quién puede comunicar qué a quién, y cuándo.
Quién controla el software controla, literalmente, nuestras comunicaciones y el acceso a nuestra memoria social.
El control de los programas es, así, un asunto político que debe estar en las manos de todas las personas, y no puede ser privilegio de ninguna entidad.
¿Qué es el software?
Los programas de computadora, también conocidos como “software” son, básicamente, recetas minuciosamente detalladas para la solución de un problema (por ej.: escribir una carta). Estas recetas están escritas en alguno de varios lenguajes formales, de la misma manera que las matemáticas o la música se escriben usando notaciones propias. Las personas que estudian estos lenguajes pueden usarlos para explicarse sus soluciones entre sí, discutirlas y mejorarlas.
Los programas también se pueden traducir a un lenguaje especial, llamado “lenguaje de la máquina”, produciendo una lista de instrucciones que puede ser ejecutada automáticamente y a gran velocidad por una computadora para resolver ese problema específico.
¿Quién lo produce?
El software se produce en una gran variedad de entornos: hay personas que lo escriben como hobby, otras que trabajan para grandes corporaciones que luego venden el derecho de uso, otras lo hacen como labor voluntaria para organizaciones sociales.
El Software Libre, que es desarrollado por una comunidad muy variopinta de personas, algunas como parte de su trabajo, otras como hobby, otras como forma de aprender a programar, es un ejemplo de cómo entre todos podemos producir programas muy complejos y útiles.
Sin embargo, cuando usamos ciertos programas, somos nosotros los que nos adaptamos a ellos, y no los programas los que se adaptan a nuestras necesidades. Las licencias con las que se distribuyen muchos programas que usamos diariamente restringen nuestra posibilidad de hacer cosas que deberían ser normales:
Estos programas que se distribuyen a cambio de que renunciemos a nuestro derecho a compartirlos, aprender de ellos y adaptarlos a nuestras necesidades se denominan Software Privativo.
Afortunadamente, hay programas que se distribuyen bajo condiciones que respetan nuestra libertad. Decimos que un programa es software libre cuando su licencia no restringe nuestra libertad de:
Para que sea posible estudiar y mejorar el programa, los programas libres no sólo se distribuyen en lenguaje ejecutable: los usuarios también tienen a su alcance el programa expresado en lenguaje de programación, o “código fuente”.
“No todas las personas quieren aprender a cocinar o a tocar un instrumento musical. Sin embargo, todos nos rebelaríamos si alguien pretendiera restringir el acceso a ese conocimiento.”
USAR EL PROGRAMA PARA CUALQUIER PROPOSITO
Las licencias de los programas privativos a menudo imponen restricciones a los usos que se le puede dar a los mismos.
Muchos proveedores de programas pretenden limitar la libertad de expresión de sus usuarios, prohibiéndoles criticar públicamente el programa; otros prohíben su uso en determinadas áreas de la actividad humana, otros restringen su uso por parte de ciertos grupos de personas.
Cuando usamos el programa para hacer algo que su licencia prohíbe, podemos estar quebrando la ley, independientemente de si lo que pretendemos hacer es legal o no, o incluso imperiosamente necesario.
El software libre nos permite usarlo para lo que nosotros creemos necesario, no para lo que le conviene a la corporación que lo creó.
ESTUDIAR EL PROGRAMA Y ADAPTARLO A NUESTRAS NECESIDADES
Supongamos que hago un video que cuenta mi historia, y quiero publicarlo en Internet. Sin embargo, mi computadora se niega a hacerlo, desobedeciéndome a favor de un amo más poderoso: el programa.
Estoy usando un programa hecho de tal manera que impida la copia de películas de alta calidad, para evitar la copia ilegal. La copia que quiero hacer no es ilegal, pero el programa me traiciona, y me lo impide de todos modos.
Si usara un programa libre, tengo aún el recurso de leer el programa y modificarlo de tal manera que me permita hacer la copia (o de encontrar a alguien que lo haga por mi). Si el programa es privativo, en cambio, no tengo esperanzas de publicar mi video.
DISTRIBUIR COPIAS DEL PROGRAMA
El valor de los bienes físicos (una casa, por ejemplo) disminuye mientras más son las personas con las que lo comparto. Con los programas pasa exactamente lo contrario: no sólo es cierto que millones de personas pueden estar usando el mismo programa al mismo tiempo sin que su valor se degrade, sino que éste aumenta.
Mientras más personas usan un programa, más personas hay con las que puedo compartir datos y experiencias.
La prohibición de darle copias de un programa a mis amigos, así, destruye la posibilidad de que el programa alcance su máximo potencial de riqueza social, son el único objetivo de que un puñado de empresas amasen inmensas fortunas privadas. Es destruir un peso de valor para acumular un centavo de fortuna.
El software libre, en cambio, alienta la distribución de copias, para ayudar a las personas y al crecimiento del mismo programa.
COMPARTIR MIS MEJORAS CON LA COMUNIDAD
El software privativo no nos permite mejorarlo, el software libre sí.
Así, es muy común que el software libre sea mejorado por sus propios usuarios: traducido a lenguas autóctonas, adaptado a necesidades locales, depurado de errores cometidos por quién lo programó originalmente.
Por lo general, muchas otras personas pueden beneficiarse usando la nueva versión del programa, porque tienen necesidades similares alas de quien hizo la mejora.
Tan naturalmente como podemos compartir con nuestros amigos las mejoras que hacemos a una receta, el software libre alienta a que compartamos con ellos también las mejoras a los programas.
Fuente: Fundación Vía Libre “Qué es el software libre y por qué es importante para mi” – Fundación Heinrich Böll
Ahora, mis comentarios…
Al margen de lo citado, que es un resumido extracto de lo expuesto por Richard Stallman, algunos de los que me conocen saben de mi aversión al software privativo, y mi siempre presente recomendación de usar software libre. Y si me preguntan por qué, surgió cuando empecé a tener problemas con Internet Explorer y probé el Mozilla Firefox. Ahí descubrí que hay muchos programas que brindan mejores performances, funciones especiales (diseñadas por gente que tiene las mismas necesidades que yo, por ejemplo) y son muchas veces más seguros que sus contrapartidas privativas.
Es por eso que, a continuación, les dejo una pequeña lista de programas para que, si gustan, los prueben, implementen definitivamente, y quienes se animen, bajen su código fuente y modifiquen a gusto.
Tarea | Programa con Licencia Privativa | Programa con Licencia Libre |
Navegador WEB | Internet Explorer / Safari | Mozilla Firefox |
Suite de Oficina | Microsoft Office | Open Office |
Cliente de Correo | Outlook Express | Mozilla Thunderbird / Evolution (GNU) |
Reproductor de Medios | Windows Media Player / Itunes | VLC |
Chat | Windows Live Messenger | Amsn / Pidgin |
Retoque fotográfico | Adobe Photoshop | GIMP |
Diseño Vectorial | Adobe Ilustrator / InDesign | Inkscape / Xara / Scribus |
Animación en 3D | 3D Studio Max | Blender |
Edición de Sonido | Adobe Soundbooth | Audacity / Ardour / Rosegarden |
Realmente, el tema es larguísimo (mucho más que éste artículo del cuál la mayor parte está transcripta de la papelería que entregó Vía Libre en la conferencia), pero como diría Richard Stallman, es hora de meterle el dedo en el ojo al Gran Hermano, respecto a que muchos de los programas con licencias privativas tienen puertas traseras que permiten que el programador vigile su uso, e incluso la información que manejamos con ellos. De más está decir que citó brevemente a Microsoft con sus distintos productos, y también a Apple, empresa que es emblema del software privativo.
Por otra parte, un tema fundamental del que Stallman habló, y motivo por el cuál estuvo en Argentina, es el uso de software privativo en organismos gubernamentales, lo que, como bien dijo, no sólo presenta amenazas de seguridad a los propios organismos, sino también a todos los ciudadanos, y la necesidad urgente de migrar a plataformas libres.
Sin más que decir, al menos por ahora, espero haber aportado mi granito de arena a la causa.
Saludos desde mi Open Office Writer…
Renzo
PD: Como pueden ver en la foto, la apariencia del Sr. Stallman es fiel a su filosofía… dió la conferencia en medias, rascándose la naríz (incluso pescando algún moco por momentos), pero siendo LIBRE.
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