Nos han mentido durante nuestra vida entera. Sobre todo respecto a estas cosas:
- El Hombre de la Bolsa tiene su correlato real en numerosos criminales tristemente famosos por secuestrar y matar niños. En algunos de ellos se ha querido ver el origen del personaje, aunque en realidad éste no se basa en ningún suceso en particular (aunque puede verse ‘confirmado’ por todos ellos). Se utiliza a menudo para tratar de controlar a niños muy revoltosos con la clásica amenaza “Pórtate bien, o el Hombre de la Bolsa te llevará…”.
- El Conejo de Pascua, según la leyenda, es una criatura que trae canastas llenas de huevos de colores y dulces a los hogares de los niños, es decir que fue creado para vender golosinas. Punto. El conejito no tiene otro objetivo que la formación de caries en las bocas perfectas de nuestros hijos (quiero aprovechar este momento para agradecer personalmente a Glenn Close por hervir al muy hijo de p… en esa película…).
- y el Ratón Perez (o Tooth Fairy) se ha creado sobre todo porque los padres buscaron una forma de contarles a sus hijos la verdad sobre el dolor. La vida está llena de momentos dolorosos. Punto. ¿Te imaginas decirle a un niño de 6 años de edad “Los dientes de leche se caen para dar paso a tus dientes de adulto.” Así nomas, sin dinero, sin criatura mítica. Sólo dolor y sufrimiento, y la dura realidad de perder los dientes y seguir adelante.
Lo que nos trae al tema de los Candidatos Pasivos. Otro mito. No existe tal cosa como un “candidato pasivo”. Todo el mundo es candidato hasta que le dicen que no. Trata a cada candidato con respeto. No les des importancia, ni al hecho de si son adecuados o no para la búsqueda. Aquí aplica la regla de “El Duro”: “sé amable hasta que llegue el momento de dejar de ser amable” (be nice until it’s time to not be nice).
Aclaración:
- Los candidatos activos son aquellos que están buscando ofertas de empleo, y recruiters que tengan procesos de selección abiertos a los cuales inscribirse.
- Los candidatos pasivos son aquellos que no están buscando trabajo, pero que una buena propuesta puede conducirlos a cambiar de trabajo.
“Los candidatos pasivos son fascinantes…”, y otras mentiras que abundan en este rubro. “Activos versus pasivos”. Y la taciturna historia de amor con los candidatos sólamente pasivos. Como si alguien evaluando opciones es malo. Déjenme traducirles: en general, el personal de RRHH y Recruiting cree que los candidatos activos son leprosos. Si, leprosos. Ni siquiera se dignan a hablarles. Podría ser peor… ese candidato activo podría ser una mujer de edad (por ejemplo, major de 50 años) que ha estado buscando empleo por varios meses. Ese perfil está predestinado a que su currículum nunca verá la luz del día, enterrado bajo centenares de otros más prometedores, o será simplemente desechado sin más. Y esto es importante: aquellos que te digan que no es así, te están mintiendo en la cara. “Adoro los candidatos activos!” Preguntale a esa persona a cuántos contrató, con porcentajes estimados. Cambian el tema de conversación. Te lo garantizo.
Y lo pero es que no se sabe qué es peor… el hecho de haber demonizado a los candidatos activos O glorificar al que trabaja a destajo, y sin embargo lo presionamos para dejar ese trabajo que ama, solo porque amamos su pasividad. Él no está buascando trabajo. Él es muy bueno en lo que hace. Seguramente es competente… seguramente no se trate de un predador sexual o de alguien con características negativas. Los candidatos pasivos no pueden hacer daño. Mentiras…
La verdad es que todos los candidatos tienen defectos. Nadie es perfecto. Tu, yo, la chica que me sirve otro café justo ahora. Nadie. La pregunta es: ese es el candidato perfecto para ti?
Por favor, dejemos de lado la distinción entre candidatos activos y pasivos. Matemos ese mito. OK?