La responsabilidad del diseñador es triple; hacia el lector, hacia el editor y hacia el autor […]
La portada de un libro es una destilación, un haiku de la historia […]
Aunque amemos la edición como un arte, también sabemos que es un negocio. Si hacemos bien nuestro trabajo y con un poco de suerte, ese magnífico arte puede ser un magnífico negocio.
Por muy prácticos que sean los libros electrónicos y los sitios como Amazon o Lektu en los que puedes conseguirlos inmediatamente, hay una experiencia que ni pueden aproximar, que es la de recorrer los pasillos de una librería mientras dejas vagar tus ojos por los lomos y las portadas de los libros allí expuestos, a la espera de que uno te enganche.
Chip Kidd nos cuenta cómo conseguir que esto suceda en esta charla.
Fuente: Next Door